SUSTITUTA TOTAL
Sí, fui a Maná. Y qué.
El sábado fui al concierto de Maná. Aclaremos que, si de mi dependía, jamás hubiese ido. Pero ese día en la mañana llamaron mis primos diciendo que uno de ellos estaba enfermo y que les sobraba una entrada. Clever attitude: "No me gustan, filo, it's for free".
Y es que lo que pasa es que nunca me ha gustado mucho la música FM, llamemosla así, a la demasiado popular, demasiado tocada, demasiado conocida. Y, aunque me sé todas las canciones conocidas de ellos - lo que es mi teoría del "artista universal", como LuisMi, Arjona y tantos odiados pero con sus canciones en la memoria colectiva - a lo más en mi Ipod figura "No ha parado de llover", que es favorita por asuntos taradomamones amorosamente personales.
En fin, fui al famoso concierto. Sin muchas expectativas, digamoslo. Y con sólo un pensamiento en la cabeza: "Si estos tipos tocan sólo canciones de su último disco el concierto va a ser muuuuuuuuy fooomeeeeee (léase con voz de José Miguel Villouta enfático)". Mi hermana me animaba recordandome que el grupo en cuestión no venía hace siete años y que, obvio, tenían que tocar todo el rato sus singles conocidos.Resultado del evento: quedé en posición privilegiada, me lo canté todo y el show - todo lo que es la parte vishual y efectos - estuvo genial con todo. Sendas pantallas, iluminación notable, fuego y, se mueren... en mi canción, si gaaaallaaa, mi canción "No ha parado de llover" caía lluvia sobre el escenario. Agua. Imposible aburrirse.
Superó mis expectativas y, aunque mis gustos under, alternativos y selectos en la música no cambian para nada, debo decir que ahora tengo más canciones de Maná en mi Ipod y, hasta, me hice "el wen cd pa'l auto".
Cosas del momento emotivo lúdico afectivo.







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