Zen menos uno
Cuando "decir" es demasiado, y "callar" parece sobrevalorado, se me ocurre que "escribir" es la mejor opción... again. Convengamos que mis ganas de criticar, reclamar, prejuiciar, entre otros, siempre estuvieron y siempre están. Pero últimamente no me habían picado las manos por "bloggear". And I mean, realmente hacerlo. Hasta ahora.
Y lo que pasa es que hoy, pensando, noté que pese a lo bueno que me ha pasado últimamente (que he hecho que pase), he estado mirando la parte vacía del vaso. ¿Pasa? Y claro. ¿Ridículo? Por supuesto.
La movida zen no me está resultando como lo había planeado. Al final, igual terminé generandome expectativas sobre todo: el trabajo, la plata, la familia, el amor. Y es que, aunque no quisiera, igual necesitaba ciertas cosas, ciertas respuestas que, obvio, nunca llegan. O por lo menos, no cómo esperas. Una lata.
Anyway! No tengo nada claro ahora y, de hecho -you can tell-, esto ya parece un brainstorming más que un post. Lo que sí sé es que la zenitud debe volver a mí, o bien, yo debo llegar hacia ella.
But right now, fuck how hard it is.
Foto: abc.comUgly me
Me fanaticé de "Ugly Betty" desde que la empezaron a dar acá en Chile. Después de un año de ver como esta serie se ganaba todos los Golden Globes, los SAG, y otros al final era casi obligación verla por tres motivos: primero, para ver cuán parecida y qué tan distinta podría llegar a ser de la original "Betty la fea"; segundo, para ver qué tan buena era y si todos los premios gringos ganados valían efectivamente; y tercero, just because, porque después de que en E! y en otros lados se hablara tanto del asunto en cuestión y uno sin idea de cómo era, había que verla para no quedar con la bala pasada.
Anyway, al principio me gusto, como cualquier otra serie buena. Pero al segundo capítulo ya pude ver qué tan buena era. La mezcla perfecta: una adaptación de la historia y del guión a lo estadounidense que superó mis expectativas, la mezcla de un buen y extenso wardrobe (ropa preciosa que dan ganas de tener), gente linda (pero en serio), Vanessa Williams (mina y pesada), Salma Hayek (por fin no haciendo el papel de la típica mexicana. O sea, mexicana, pero mina, exitosa y estilosa), personajes caricaturescos pero no por eso ridículos (Marc o Justin) y los cameos de celebrities de moda que ya "Will&Grace" había probado que funcionan muy bien en la pantalla.
Pero sobre todo algo bueno que tiene es el personaje de Betty. En la original la pobre tipa, además de ser fea, era resignada, sumisa, callada, y a pesar de que tenía sendo currículum y título universitario, no hacía nada y se quedaba en la oscuridad de un closet oficinero opacada por su fealdad, obedeciendo y admirando a su "Don Armando". En cambio la Betty gringa es diferente. Ella es fea, sí, pero ni tanto. Más que nada tiene mal gusto y no se ha dado el tiempo suficiente para depilarse las cejas e ir al dentista a que le saquen los frenillos de puber. Esta Betty es fea pero no tonta. Sabe que es seca y, de hecho, sabe que serlo es el camino que la va a sacar de Queens y la va a establacer en Manhattan definitivamente. Betty, la fea de Queens, quiere ser una "New York Woman" y lo logra un poco más en cada capítulo.
Manhattan versus Queens. Henry versus Walter. Conflictos que, más allá de lo que verdaderamente son en la serie, yo también tengo. Tengo mi Manhattan, mi Queens, mi Walter y mi Henry y eso es lo que me gusta, que perfectamente podría ser yo. Con 22 años, queriendo triunfar y con la película más que clara de lo dificil que es esto, pero también teniendo claro que las decisiones que tomamos son lo que nos conforman. Mis desiciones ya las voy tomando y no me arrepiento de ellas. Soy ambiciosa y para bien o para mal, eso es lo que me hace estar en una constante incomodidad, que me lleva a hacer las cosas, a ser diferente y mejor. No quiero ser una cola de mis papás por siempre, aunque pueda darme el lujo de serlo; no quiero depender de nadie ni quedarme con "lo que pudo ser" en vez de empezar desde ahora a cosechar logros. No quiero ni Queens ni a Walter. Ugly, ugly me.
Talking 'bout the young style 2.0
¿Qué onda con los silbidos? La nueva moda de los publicistas chilensis este verano es echar a perder buenas canciones en comerciales fomes, poco originales y demasiado repetitivos que ya suenan a disco rayado. Al final terminas odiando la canción que tanto adorabas al principio, cuando era tuya, lo bastante buena para ser un hit, pero lo bastante indie como para gustarte y mantener el bajo perfil y sus pocos oyentes. Anyway! La primera víctima fue Bob Sinclair. "Love generation" fue el hit del verano 2007 y de la publicidad del mismo año, pero ahora -enero de 2008- siguen dándole a los mismos soniditos viento-labiales en un comercial de Ades. O sea, stop right now and thank you very much!
Y ahora los pobres afectados son Peter, Bjorn and John y su "Young folks" (el mejor ringtone que he tenido). La papa para los creativos nacionales, que parece que ya muy aburridos de usurpar las electrónicas melodías de Moby, encontraron en esa canción el nuevo soundtrack marketero. Un comercial de Viña en Canal 13, uno de la Cachantún Más y no sé cuál otro distorsionan los silbidos originales dejando canciones increíblemente malas.
Igual mi ringtone la sigue llevando.
Musho Photoshop
Cuando bonito no es suficiente el mejor amigo es el computador, que entra a cortar lo que el bisturí no puede y a arreglar lo que la naturaleza no dio. Pero más no siempre es mejor, y Photoshop no es excepción. Hay dos cosas que pueden hacer que el Dr. 90210 virtual se transforme en el enemigo número del rostro farandulero que permuta su facha y estilo a cambio de millones en campañas publicitarias: un creativo sin conocimientos at all del software en cuestión, o al revés, uno con tantos tan psicótico obsesivo con el asunto que arregla absolutamente todo. Pero para tu asado, las líneas de expresión de la sonrisa y de los parpados son na-tu-ra-les.
O sea, ¿quién es ese tipo que aparece en los afiches de "Hit" de Canal 13 en los Transantiago?¿Robin Williams en "Papá por Siempre"? ¿Un travesti? ¿Alguien con mucho Botox? No, es Sergio Lagos con un lifting facial computacional muy mal hecho y que le borró las imperfecciones a tal nivel que lo dejó inhumano. Mal por "Michael Jackson" Lagos.
PD: ¿Por qué las abejas?
All that I've left behind
Taller me copa. A full. Mis semanas se me van en eso. En reportear. Sin sumar los otros cuatro cursos, con sus respectivos controles, pruebas y trabajos. Alcanzo, sí. Pero justo. Aún así, se supone que existe una vida, entiéndase, más cosas que debería hacer pero que este semestre satánico me quitó. Anyway, ya fue. Pero mientras anhelo que la sección de radio o tele llegue rápido, me puedo quejar. Estas son las cosas que solía hacer y que ahora no puedo por culpa de Taller III Prensa.
- Ya no puedo ver tele en la noche. No veo "Girls of the Playboy Mansion" en E!, los capítulos repetidos de "Grey's Anatomy" y "Will and Grace", "Mindfreak", y a veces hasta me pierdo "Saturday Night Live". Si estoy estudiando, a lo más pongo "Vertigo" para que haya un poco de bulla. Y si estoy desocupada, el agotamiento me gana y me quedó dormida al más puro "grandparent style".
- ¡Ya no veo tele a ninguna hora del día! Mañana y tardes estoy en la U, reporteando, leyendo o escribiendo. Con suerte veo el matinal o algún capítulo añejo con ganas de "Melrose Place" cuando tomo desayuno.
- Ya no tengo recreos sociales en la U y la biblioteca es mi mejor amiga. Recreo: dícese del tiempo para correr en busca de las fuentes que faltan, revisar e-mails, llamar por teléfono y visitar lugares sin ningún interés.
- Ya no me meto a MNS como antes. Y sí, eso es grave.
- Ya no sueño que vuelo, que estoy en la playa, con galanes, o que manejo con eternas luces verdes. Ahora sueño con reuniones de pauta en las que no me aceptan mis temas, con reporteos en que nadie me quiere hablar y que hago trabajos sin fuentes. Incluyendo que me levanto a lo sonámbula hablando en defensa de un tema o preguntándole a mi hermana chica "¿Pa' qué taller es eso?".
- Ya no puedo ir al gimnasio. ¿A qué hora? El 1,2,3... tendrá que esperar.
- Ya no disfruto la comida. Mientras desayuno, almuerzo o ceno sé que me tengo que poner a trabajar después. ¡Y esto sí que es sagrado!
- Los días carreteros se redujeron a viernes y sábados. Se supone. Porque entre salir un viernes en la noche, o quedarme en mi casa cansada-pijama-cama-comida, prefiero lo segundo, totalmente.
- Si leo el diario, es para buscar algo que me sirva. Prueba de noticias ¡¿What the hell that is?!
- Ahora escribo en mi blog y me siento culpable por estar haciéndolo. Podría estar gastando este tiempo llamando por teléfono.
Toda la razón.
2005 - 2009 Just Give me a Break 
